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Imagen tomada en Sanbasilio de Palenque

Entre salud mental y movimiento social Negro

Imagen 1. Artista: Logan Sylve (lilblackgoat) Fillup

Imagen 1. Artista: Logan Sylve (lilblackgoat) Fillup

Las personas y comunidades Negras/Afrocolombianas hemos experimentado, históricamente, traumas y angustias psicológicas particulares en nuestras vidas; hemos experimentado la exclusión, invisibilización, prejuicios y discriminación del capitalismo, el racismo y el heteropatriarcado. En Colombia, por ejemplo, el “40 por ciento de la población del país sufrirá de un trastorno mental, además, según comprobó la investigación, los indígenas y los afrodescendientes son los más afectados”. Por este motivo, no es de extrañarse que las estadísticas o casos de suicidio en estas poblaciones étnicas sea mayor y menos tomada en cuenta por las instituciones, afectando las formas de auto percepción y autoestima que tenemos nosotros como cuerpos Negros/Afrocolombianos. En clave entender nuestras propuestas políticas de otros mundos posibles, es necesario comprender que nuestras problemáticas internas -que no son tan internas-, construyen marcos de análisis desde el entendimiento de estas contradicciones sistemáticas presentes en el capitalismo, el neocolonialismo, el racismo y el heteropatriarcado y a partir de esto, se crean las formas en las que podemos superarlas desde la resistencia, re-existencia y la capacidad creativa para derrocarlas desde la justicia histórica.

En ese orden de ideas, un primer paso que debemos dar y entender como pueblo Negro/Afrocolombiano es que estamos relativamente desarmados en términos materiales, simbólicos, políticos y de poder concretos, por ende, debemos ser más activos en buscar las maneras para que estas palabras y promesas se conviertan en compromisos y acciones radicales. Cabe aclarar que esta propuesta va más allá de los gobiernos que tengamos y las caras visibles que existan dentro del Estado y cualquier espacio representativo, pues el poder más importante parte siempre del poder popular de las comunidades y posicionarlas es el objetivo principal. Por ello, uno de los muchos pasos que debemos dar para fortalecer y renovar estas luchas es voltear a ver esas relaciones simbólicas y físicas entre la salud mental, el capitalismo/patriarcado/colonialidad en perspectiva hacia las comunidades Negras/Afrocolombianas, pues se ha hecho costumbre a lo largo de estos últimos siglos que desde la supremacía blanco/mestiza concretamente, nos hacen fracasar constantemente, para después preguntarnos: ¿Por qué fracasamos? ¿Por qué somos de X o Y maneras? Esto sin cuestionarse sus estereotipos y prejuicios y en segunda instancia, sin reflexionar sobre cómo esos azotes que dieron a nuestros/as ancestros/as, ahora en la actualidad nos hacen sangrar en nuestras cotidianidades. No se cuestionan de dónde viene ese sangrado y si se lo llegan a cuestionar, ponen en duda si deberían o no intentar ayudar y/o aportar para detenerlo y sanarlo asumiendo su responsabilidad, directa o indirecta.

El descuido de la salud mental en el movimiento social Negro ha conllevado a un sinfín de problemáticas en la cotidianidad y en los objetivos organizacionales, traducido en las maneras en las que nos relacionamos y mediamos problemas personales y/o organizativos. Son los primeros los que menos sabemos solucionar a niveles familiares, de amistades, relaciones de pareja e individuales; por ello, es necesario identificar esos dolores, esos traumas y esas tristezas que hacen que muchos de nosotros tengamos problemas al momento de vincularnos y transformar el mundo con esas formas de relacionamiento. Es urgente pensarnos, como gente Negra/afrocolombiana, el desmonte de estereotipos internalizados que no nos permiten abrazar nuestra humanidad, como lo es, por ejemplo, que las mujeres negras poseen una supuesta súper fortaleza emocional o de la resistencia humana al dolor físico y mental de los hombres negros. Estos estereotipos ponen un velo frente a los niveles de explotación y alienación al que somos expuestos/as realmente y ese tipo de situaciones son urgentes sanarlas y cortarlas de raíz tanto en las mentalidades como también en las formas materiales de relacionamiento y autopercepción. Así pues, debemos abrazar nuestras fragilidades como un acto radical de ternura humanista/revolucionaria, para así poder combatir las contradicciones que envuelven a la militancia/activismo en nuestro movimiento social Negro. Algunas cosas como dedicarle el tiempo a la familia, la pareja y a sí mismos también son prioridades que construyen mundos otros, pues “la enfermedad y los desastres van y vienen como la lluvia, pero la salud es como el sol que ilumina el pueblo entero” (Proverbio de las tantas áfricas).

 

Logan Sylve (lilblackgoat) Fillup 2

Imagen 2. Artista: Logan Sylve (lilblackgoat) Fillup

En el mismo orden de ideas, la salud mental no es como, muchos gurús e influencers alienados, nos quieren enseñar en sus libros o reels hiperindividualizados, pues estos contenidos responden al sistema y modelo económico en el que nos encontramos. Una de las cosas que nos permite comprender el capitalismo racial, analizado por Robinson (1983) y sus aportes a la teoría de la tradición radical Negra es que el “desarrollo, la organización y la expansión de la sociedad capitalista perseguían direcciones esencialmente raciales”, aun presentes en las formas de distribución espacial territorial en donde se encuentran los cuerpos Negros, y por el análisis de Esther Pineda (2018) frente a los efectos particulares del racismo simbólico en Abya Yala, en contra posición al racismo segregacionista y excluyente que experimentan principalmente los afroamericanos, pues el capitalismo racial genera unas violencias específicas que se representan y materializan en esos dolores dentro de las historias de vida en los cuerpos Negros y sus comunidades. Es decir, en la salud mental/psicosocial de las comunidades y personas Negras/Afrocolombianas, frente a estas direcciones organizativas del sistema capitalista, esencialmente racistas y por donde se puede garantizar también la dominación para el desarrollo y expansión del sistema.

Comprender las dimensiones y las perspectivas históricas del pueblo Negro/afrocolombiano, desde los reinos, la trata esclavista acompañada del proceso de esclavización de africanos y africanas, el colonialismo interno, el racismo y el conflicto armado interno, son hechos que dan cuenta de las premisas anteriormente mencionadas, pues en lo concreto, tenemos comunidades Negras/Afrocolombianas afectadas por esta violencia histórica sostenida en una discriminación y exclusión socioeconómica, que se expresa tanto en la crisis humanitaria actual, como en la salud mental y psicosocial de las comunidades, tal y como lo expresa la revista JAMA Psychiatry frente a las vulnerabilidades en episodios de psicosis, en donde se encontró que la “incidencia del primer episodio de psicosis es alta entre las minorías étnicas y en áreas con menos viviendas ocupadas por sus propietarios, lo que explica el papel que pueden jugar las condiciones socioeconómicas en este aspecto”(en Infosalus, 2018). Por esta razón es claro que nosotros no somos los culpables del no florecer, son las condiciones externas en su gran proporción las que no nos lo permiten y es por ello que apelo a la frase: las condiciones no se esperan, se crean.

En este orden de ideas, el floreser de las comunidades Negras/Afrocolombianas está en las manos de la misma, en sus intereses y niveles organizativos para poder exigir y materializar ese proyecto político/histórico, que se encuentra fuera de los estándares y deseos de despojo y empobrecimiento del capitalismo, fuera de este ecogenoetnocidio del que nos habla Santiago Arboleda(2019), el cual, como consecuencia ha venido erosionando las mentes y la cultura de las comunidades y cuerpos Negros/Afrocolombianos, situación que se han profundizado en los últimos 29 años, generando una desorganización conveniente, como escuché decir alguna vez en una conversa con tíos/as, “tal vez si el proceso de abolición o ley 70 se dieran ahora, posiblemente fracasarían”. Esto por la misma atomización e individualización neoliberal que ha sufrido el movimiento social Negro/Afrodescendiente y la sociedad en general.

Volviendo al punto y para terminar, lo que quiero decir es que necesitamos generar procesos terapéuticos, comunitarios, populares y étnicos que rompan con estas narrativas de alienación, pues es un imperativo para los movimientos sociales Negros/afrodescendientes, especialmente para los psicólogos/as militantes, enfocarse en la salud mental y los procesos de sanación desde nuestras ancestralidades y las formas en que estas no nos pueden hacer perder el norte y convertirse en la única arista de análisis de contradicciones para nosotros. Es necesario que se conecten estas con los reclamos y las deudas históricas que el estado colombiano tiene con las comunidades negras/Afrocolombianas, en este proceso de corresponsabilidad tanto en la resiliencia concreta - y no de influencer alienado-, con y hacia las reparaciones históricas, combatir los traumas psicológicos de nuestras historias de vida como empobrecidos/as, es pues, combatir los procesos de neocolonialismo, racismo y machismo desde sus más encarnadas raíces.

Construir la salud mental es construir revolución, porque no hay sujeto revolucionario sin antes haber construido mentalidad revolucionaria, es decir, debemos sanarnos y exigir sanación como pueblo para crear los cambios individuales y colectivos necesarios, solo así el pueblo podrá volver a criar a sus hijos en su proyecto de liberación.

Referencias bibliográficas

Arboleda, S. (2019). “Rutas para perfilar el ecogenoetnocidio afrocolombiano: hacia una conceptualización desde la justicia histórica”. NÓMADAS 50 | abril de 2019 - Universidad Central – Colombia.

Notimérica. (2018). Identifican los grupos más vulnerables de sufrir psicosis. Recuperado de https://www.notimerica.com/sociedad/noticia-identifican-grupos-mas-vulnerables-sufrir-episodio-psicosis-20180305143119.html 

Pineda, G. (2018). “Las heridas del racismo: Efectos psicosociales de la discriminación racial en las personas afrodescendientes en América Latina”. Iberoamérica Social: Revista-Red de Estudios Sociales, (XI), 46-64.

Robinson, C. (1983). “Black Marxism: La creación de la tradición radical negra”. Prensa de la Universidad de Carolina del Norte.

Universidad Nacional Abierta y a Distancia. (sf). Aporte a la tabla de las etnias. Recuperado de https://www.studocu.com/co/document/universidad-nacional-abierta-y-a-distancia/etnopsicologia/aporte-a-la-tabla-de-las-etnias/52674416 

 

 

Autor
Wilson Jair Ordoñez Lasso (Yiro Lasso)