Mujeres negras en la colonia: estrategias de libertad entre las fisuras de la ley
Las mujeres negras esclavizadas crearon formas diversas de resistencia, agenciamiento y búsqueda de la libertad desde la conformación de palenques, los mapas trenzados en sus cabellos, la interposición de demandas, la interrupción de embarazos, el infanticidio, la medicina ancestral, el arte como resistencia, la espiritualidad, entre tantas otras. Entre ellas, hay un tipo de cimarronaje donde las mujeres negras se apropiaron de las leyes españolas y crearon argumentos para alcanzar la libertad y/o mejores condiciones de vida mediante vías legales.
Muchas mujeres negras encontraron puntos de fugas entre los intersticios del sistema esclavista, la ley y el dogma impuesto por la Corona.
Muchas mujeres negras encontraron puntos de fugas entre los intersticios del sistema esclavista, la ley y el dogma impuesto por la Corona. El Archivo General de la Nación (AGN en adelante) está lleno de casos de demandas de mujeres negras hacia sus amos e incluso miembros de su familia (tal es el caso de Maria Gertrudis), con el fin de recibir un mejor trato, respetar su libertad y la de su familia y/o bienes, conseguir la libertad, cambiar de amo, denunciar abuso sexual, entre otras razones. Esto permite complejizar las formas de cimarronajes de acuerdo con el contexto que le era propio a los esclavizados, es decir, comprender que no solo la producción de espacios libres como los palenques fueran las únicas estrategias para divisar la libertad o una mejor vida dentro de las posibilidades que brindaba la ley. De modo que recurrieron a distintas instancias de administración de justicia desde las alcaldías ordinarias hasta las sedes de la Real Audiencia en las cabeceras provinciales (Morales, 2003).
Imagen 1. Fuente Grupo Negros y Esclavos del Fondo General de la Nación. Folio: pleito entre María Nicolasa Machado y Jose Francisco Zuñiga
En el folio del caso de María Nicolasa Machado no se especifica las razones que presenta el acusado, pero María Nicolasa contaba con la escritura que confirmaba su condición de libre en el testamento de Dorotea Machado, pues en el folio figura el albacea. De manera que María Nicolasa dispuso de la prueba testamentaria y el recurso del albacea para apelar por su libertad. Fueron tantos los casos judiciales de este tipo que las autoridades encargadas se vieron obligadas a nombrar un funcionario para la protección de los esclavizados, el cual recibió el nombre de “Protector de esclavos” o “Procurador de pobres”, a los que las mujeres esclavizadas recurrieron como acciones de hecho para que procedieran de acuerdo con su denuncia o demanda (Morales, 2003).
En Venezuela de 1780, Micaela protagoniza una historia que ilustra la astucia y la solidaridad entre mujeres negras. Ella acude a una autoridad civil alegando para que se le ayudara a completar la compra de su libertad y que en transcurso de las deliberaciones la encarcelaran. Esta medida del encarcelamiento hace parte del Real Amparo que consistía en recluir a los esclavizados en un hogar de élite neutral, un convento, hospital o la cárcel mientras concluía la investigación con el finde evitar que los dueños les amenazaran y castigaran (Laurent, 2018). En estos espacios disminuía la vigilancia y el trabajo forzado para los esclavizados, lo cual era conocido por Micaela y por ello, su plan era fugarse, pues ella no tenía el dinero para comprar su libertad. Su amo, el conde de San Javier también sospecha que esa era la intención de Micaela porque sabía que ella carecía de los 100 pesos que costaba su libertad.
En la cárcel, Micaela aprovecha la distracción por la muerte de una retenida para fugarse con otras dos mujeres negras. Ella cuenta con la suerte de aquel suceso y se escapa en compañía de dos mujeres negras que quizás esperaban el momento para huir o fueron convencidas por Micaela o se hallaron a sí mismas en la fuga cuando ayudaban a Micaela. No hay forma saberlo, pero en todo caso, su fuga colectiva da cuenta de la necesidad de las redes solidarias para la liberación. En varias ocasiones, primero las mujeres esclavizadas acudían a estas vías legales y si no funcionaban, emprendían otras formas como la fuga, el cimarronaje, el suicidio, entre otras (Morales, 2003). En la tabla 1 se muestran registros de resistencias femeninas clasificadas por clase, tipo y número de casos en Santa Fe de Bogotá en un período de 50 años. Seguramente hay un subregistro, pero posibilita dimensionar la búsqueda incesante de la libertad por parte de las mujeres negras en la colonia.
Imagen 2. Tabla 1. Fuente Archivo General de la Nación. Sección Colonia, tomado de Morales (2003)
Como estos casos, hay muchos que siguen ocultos entre la historia oficial. Las mujeres negras fueron creativas y hábiles para moverse entre las fisuras y las posibilidades que permitían las leyes de la época. Si bien no todas pudieron emprender caminos que las condujeron a los palenques, muchas desarrollaron estrategias para liberarse de la mano esclavista que las autoridades blancas no pudieron prever. Tal como afirma Laurent (2013), sus apuestas de libertad por medio de la ley es una contribución a los “debates ideológicos que generaron las ideas de derechos, libertad, membresía e igualdad (…) que las autoridades no estaban condicionadas para reconocer tales planteamientos como del orden político” (p. 82-83). Ellas construyeron argumentos, engañaron a la autoridad y reunieron elementos jurídicos para defenderse y persistir hasta alcanzar su libertad.
Fuentes primarias
Arboleda Hurtado, N. (2018). María Gertrudis de León. Un caso de esclavización y resistencia en la Nueva Granada, 1777. En Vergara y Cosme (Ed.), Cali: Demando mi libertad, mujeres negras y sus estrategias de resistencia en la Nueva Granada, Venezuela y Cuba, 1700-1800 (109-133). Editorial Universidad Icesi.
Romero Jaramillo, D. (1997). La esclavitud en la provincia de Santa Marta 1791-1851. Santa Marta: Instituto de Cultura y Turismo del Magdalena, 1997.